Perdía mucho tiempo tratando de conocerte y reconocerte en posts "personales" y otras publicaciones; como espía constante de sueños colgados y etiquetas desesperadas.
Te quise hablar ayer, pero temí que me miraras como si estuviera loca, y afirmaras Eres rara.
Para mí es importante cantarte lo que me alegras la vida, decirte que las noches que no fueron virtuales aún son maravillosas, laten. Vuelvo a la red, que es red de tarántulas del alma, y me resisto a ver(te). A tientas escribo algún desatino y entre esas palabras sueño.
Un día visitaré tu muro sin temores, con total libertad; postearé desprendida:
Me gustan tus ojos, tus manos, tú;
tú por dentro --garganta, huesos, aire.
tú por dentro --garganta, huesos, aire.
Soy rara, sí, pero ya pasará, cuenta con eso. También pasará Facebook, por supuesto.
Mientras tanto -- hoy-- el mundo puede etiquetarnos dos, tres mil, muchísimas veces, y el gato está en la oscuridad, triste y azul.
GC. Diciembre 22, 2011.
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